Lewis Carroll: de Alicia a Jack el destripador

Un 27 de enero del año 1832 nacía, en Reino Unido, Charles Lutwidge Dodgson, a quien conocemos mejor por su seudónimo Lewis Carroll, autor de Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo. Murió en 1898.

Su personalidad y vivencias hizo que entre en la lista de sospechosos de ser el más famoso de los asesinos de la era moderna: Jack el destripador (Jack the Ripper).




Sobre Jack el destripador

Jack el Destripador (Jack the Ripper en inglés) fue un asesino en serie que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres —así como en las áreas empobrecidas de los alrededores—.

El citado apodo se originó de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este alias, y como resultado de su difusión por los medios de comunicación, dicho nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general.

Otros alias con los que también es conocido el homicida son «El asesino de Whitechapel» y «Mandil de cuero», además de «Genio independiente», este último acuñado en una carta escrita por George Bernard Shaw. 

Con frecuencia, Jack el Destripador es descrito como un asesino inteligente, eficaz, burlón, astuto, frío y obsesionado por el asesinato. Los ataques que se le atribuyeron involucraban a mujeres prostitutas de barrios pobres y tenían un modus operandi distintivo, que consistía en estrangulación, degollamiento y mutilación abdominal. La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos.

Por otra parte, los rumores de que los asesinatos estaban relacionados entre sí se intensificaron entre septiembre y octubre de 1888, período en el que apareció una gran cantidad de cartas por uno o varios sujetos anónimos, enviadas a Scotland Yard y los medios. Uno de los textos, recibido por George Lusk del Comité de Vigilancia de Whitechapel, incluía medio riñón humano preservado, supuestamente de una de las víctimas.

Debido al carácter extraordinariamente brutal de los asesinatos y el enfoque que los medios de comunicación les dieron a los mismos, el público creyó que en verdad se trataba de un único asesino: Jack el Destripador. La amplia cobertura que la prensa le otorgó a dichos eventos provocó que alcanzaran notoriedad a nivel internacional. Una investigación sobre los asesinatos en Whitechapel cometidos hasta 1891 no pudo resolver con certeza si todos los crímenes se conectaban con los asesinatos en 1888; para entonces, la leyenda de Jack el Destripador comenzaba a solidificarse.

Y Lewis Carroll… ¿qué tiene que ver en todo esto?

Durante la investigación de esos hechos se detuvieron a muchos sujetos sobre quienes recayeron sospechas de haber sido Jack, el sanguinario ejecutor.

Luego de clausurarse formalmente el respectivo expediente policial –en el año 1892– continuaron emergiendo a la luz pública nombres de individuos signados con similar suspicacia aunque, como es sabido, jamás se llegó a responsabilizar penalmente a ninguno de ellos, y el caso se mantuvo sumido en el más profundo de los misterios.

Hace casi 20 años, surgió una teoría de que Lewis Carroll fue de hecho Jack el destripador, y pertenece al investigador Richard Wallace. Esta teoría puede rastrearse en su obra: Jack el destripador, amigo desenfadado (Jack the Ripper, Light-hearted friend), de 1996.

Richard Wallace no titubea en inculpar a Lewis Carroll de ser Jack el destripador, o al menos de ubicarlo entre los sospechosos principales. Para sostener esa acusación se basa en una serie de anagramas, mensajes codificados, en Alicia en el País de las Maravillas, publicado diecinueve años antes de los asesinatos en el distrito de Whitechappel en el otoño de 1888.

Según este investigador, Lewis Carroll era un hombre desequilibrado, cuyas ensoñaciones podían parecer inocentes a primera vista, pero que enmascaraban una serie de pistas sobre un plan sistemático de homicidios. En este sentido, Alicia encarna o prefigura a todas las mujeres asesinadas por Jack el destripador, y el mítico País de las Maravillas no sería otra cosa que un distrito de Whitechapel exaltado.

Pero, la principal objeción que se plantea para esta teoría es que no es difícil encontrar anagramas en cualquier párrafo de cualquier obra. A propósito de esto, la biógrafa de Lewis Carroll, Caroline Leach, probó lo absurdo de la teoría de Richard Wallace en un anagrama hallado en Winnie-the-Pooh, de A.A. Milne, donde aparecen todos los nombres de las mujeres asesinadas en Whitechappel.

Diríamos, entonces, que Lewis Carroll queda libre de culpa, por lo menos en este caso…

En Wikipedia hay una lista bastante completa de personas sospechosas de ser Jack el destripador, desde esa época hasta la actualidad.


Actualmente

En 2012, el abogado británico John Morris sugirió, en su libro Jack the Ripper: The Hand of the Woman (“Jack el destripador: La mano de una mujer”) que Elizabeth Williams (Lizzie), esposa del Dr. John Williams, otro de los grandes sospechosos en esa época, sería Jack el Destripador.

Según Morris, esta señora se habría convertido en una enferma mental dispuesta a mutilar a las prostitutas, movida por celos y envidia al ser ella infértil. De paso, se vengaba así de Mary Jane Kelly, presunta amante de su marido.

En los primeros días de septiembre de 2014, el escritor Russell Edwards dijo haber realizado un estudio de ADN en una prenda perteneciente a la víctima Catherine Eddowes, y lanzó la hipótesis aún sin confirmar, de que Aarón Kosminski fue el famoso asesino debido a la coincidencia del ADN de la prenda con los descendientes de Kosminski. La flamante teoría de Russell Edwards cuenta, asimismo, con críticos y detractores, y hay serias dudas sobre los métodos y resultados empleados.

Aarón Kosminski era un judío polaco residente en Whitechapel que sentía un odio más patológico que visceral hacia las mujeres. Y en ese período de asesinatos, de 1888, Aaron Kośmiński fue otro de los sospechosos de Macnaghten. Fue arrestado y en 1890 se le confrontó a un testigo que había visto a una de las víctimas en compañía de un hombre poco antes de que la mujer fuera asesinada. El testigo, también judío, en una primera instancia lo identificó con total seguridad, pero posteriormente se retractó, negándose a testimoniar en contra del acusado.

En marzo de 1889 fue ingresado en un hospital psiquiátrico por sus tendencias homicidas, muriendo en 1919. Muchos especialistas señalan a Kośmiński como el sospechoso más probable de ser Jack el Destripador.

Y mientras este caso continúa siendo un tema de investigación en universidades, nosotros queremos terminar este post con el escritor mencionado en el título, Lewis Carroll, invitándolos a ver su biografía y a disfrutar de su obra tan reconocida mundialmente: Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.


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